El cohete operativo más potente del mundo, el Falcon Heavy de Space X despegó con éxito desde el Centro Espacial John F. Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral.
La nave salió desde la plataforma LC 39A, la misma que se usó para llevar a Apolo 11 a la Luna, en 1969. Pero en este caso, la idea es orbitar cerca de Marte.
El objetivo es que el cohete se quede dando vueltas alrededor del Sol en una trayectoria que llegará hasta la órbita del planeta rojo. No hay tripulantes a bordo, sino un Tesla Roadster rojo, propiedad de Elon Musk.
Es la primera vez que un automóvil de consumo masivo se lanza al espacio. De este modo, el creador de la famosa automotriz y de Space X pretende avanzar en esa conquista. Su deseo por lograr aventurarse en este sentido no es nuevo. Lleva años intentándolo: el lanzamiento de este mega cohete estaba previsto para 2013.
Dos Falcon 9, antecesores a este nuevo modelo, sufrieron accidentes y así el sueño se fue dilatando, pero hoy se logró completar con éxito el despegue. Es el comienzo de una nueva etapa que podría culminar con la colonización del planeta rojo, la gran ambición de Musk.
El cohete tiene 70 metros de alto e integra una estructura triple. Cuenta con 27 motores Merlin que le dan una capacidad de empuje de 22.819 kn a nivel del mar. Es el doble de potente que el Delta IV Heavy, de la empresa United Launch Alliance.
El Saturno V que fue utilizado en los programas Apolo y Sklylab de la Nasa era más potente que el modelo de Space X pero dejó de operar.
Puede colocar en órbita una carga de hasta 64 toneladas y alcanzar una velocidad de 11 kilómetros por segundo. En esta ocasión el cargamento es el preciado vehículo autónomo de Musk en el cual, durante el despegue, sonó la canción Space Oddity de David Bowie.
El Tesla llegará hasta una órbita que se encuentra a 400 millones de kilómetros de la Tierra. "Permanecerá allí por cientos de millones de años", aseguró Musk cuando presentó su plan a la prensa.
Fuente: Infobae