Hoy es un día muy especial para todos los seguidores de Back to the Future. Se cumple la fecha exacta en la que Marty McFly viaja al futuro en la segunda entrega. Parece mentira, sobre todo para aquellos que tenemos ya unos años, pero ese paso en el tiempo imaginado por Zemeckis es hoy nuestro presente, un presente que para lo bueno y para lo malo, difiere bastante a la visión del film. En cualquier caso, en este artículo repasamos uno de los vehículos más icónicos de la historia del cine: el DeLorean (DMC-12).
Mirando la vista atrás y si no llega a ser por la película, es factible pensar que el modelo real jamás hubiera alcanzado la etiqueta de “culto” actual. No fue así evidentemente, y aunque la historia real detrás del modelo y la propia casa que lo fabricaba es rocambolesca, hoy el que tiene un DeLorean tiene un tesoro y uno de los souvenirs más preciados por los amantes del cine. Todo un objeto de culto con una historia propia y casi al mismo nivel que las que se cuentan sobre la propia Back To The Future. Esta es la historia del DeLorean acompañada de anécdotas e imágenes que se dieron en el set de rodaje sobre el coche más icónico de la historia del cine (Knight Rider fue una serie).
La historia de la propia casa que fabricaba los coches fue todo un cúmulo de fatalidades. DeLorean Motor Company lanzó al mercado un único modelo, el DMC-12, entre 1981 y 1982… y hasta aquí llegaron. Cerraron la fábrica por quiebra y tras el arresto por tráfico de drogas de John DeLorean, su fundador.
En 1976, el ingeniero jefe de la compañía, William T. Collins, ya tenía preparado el primer prototipo del DMC-12. Collins y John DeLorean habían imaginado por aquel entonces un chasis con una tecnología bajo el nombre deElastic Reservoir Moulding. Se trataba de una patente con la que se había hecho DeLorean que se suponía que iba a reducir el peso del coche y los costes de fabricación. No fue así y este fue el primer gran inconveniente que se encontraron. La tecnología no era apta para las producciones en masa.
El 21 de enero del año 1981 salía el primer modelo de la fábrica en Irlanda del Norte. Si, en Irlanda, y es que aunque el coche se iba a producir en Estados Unidos, la poca financiación que obtuvo su fundador para lanzar el vehículo le llevó hasta Europa. La razón: la propia Agencia de Investigación y Desarrollo en Irlanda del Norte le ofrecía 100 millones de libras por llevar allí la producción del modelo. Los motores serían de Volvo, Peugeot y Renault, mientras que Lotus le daría ese aspecto que ha maravillado a generaciones con su carrocería de acero inoxidable y el diseño del chasis.
Así llegamos a ese mes de enero de 1981. El primer DeLorean DMC-12 sale de la fábrica rumbo a Estados Unidos con sus inconfundibles alas de gaviota. En esos dos años en los que la fábrica se mantiene activa, el DeLorean se granjea en el sector la categoría de gran vehículo deportivo. Tenía un generoso número de fans antes incluso que la película viera la luz. Pero también tenía un problema grave, la fabricación de cada modelo era tremendamente costosa. Una de las claves para entender el cierre tenía que ver con un tema tan actual como la emisión de gases contaminantes. DeLorean Motor Company tuvo que reducir a 130 caballos (el diseño original del coche era de 170) la potencia final para pasar la legislación vigente en Estados Unidos. Conclusión: el coche acaba disparando los índices de consumo.
Los números no cuadraban y la compañía, a punto de quebrar, recibe la noticia que acaba por derrumbarlo todo. John DeLorean, el creador y fundador de la compañía, es arrestado por el FBI por tráfico de drogas. El ingeniero y ejecutivo de la industria del automóvil es acusado del intento de venta de cocaína por valor de 25 millones de dólares en lo que se suponía un intento desesperado por levantar DeLorean Motor Company. Aunque pasado el tiempo quedaría libre sin cargos, ya era demasiado tarde. A finales de 1982 las autoridades británicas cerraban para siempre la fábrica que construía el DeLorean. El último vehículo ensamblado desde la fábrica data del 24 de diciembre de 1982. Oficialmente nunca más se volvieron a hacer desde allí, aunque las piezas que quedaron de serie y otras de proveedores originales serían enviadas en los siguientes meses a Estados Unidos y vendidas al por menor a clientes.
La historia cuenta que en esos pocos años se llegaron a fabricar alrededor de 8.500/9.000 vehículos, y que cada uno de sus dueños fueron los afortunados que, tras la película, vieron como tenían entre sus manos un objeto de culto que tarde o temprano podrían rentabilizar. Pensemos que el DeLorean salió al mercado a un precio de 12.000 dólares en los 80. En el mercado actual su precio puede rozar auténticas barbaridades según su estado o modificaciones.
Quiero un DeLorean original, ¿dónde lo consigo?
Es complicado, primero porque tienes que dar con un dueño que lo quiera poner a la venta, y en segundo lugar seguramente será un gran desembolso. Hay páginas como Delorean.com de DMC donde asesoran, hacen de intermediarios o incluso venden piezas con la posibilidad de construirte tu propio coche. También puedes encontrar en la web multitud de espacios para construirlo uno mismo.
La mayoría de ocasiones en los que un DeLorean original y en buen estado se pone a la venta se hace a través de subastas, la mejor fórmula para que el dueño pueda sacar una buena tajada. Eso sí, cuando tienes uno, entras a formar parte de un selectísimo club privado con acceso a eventos parecidos a los que tienen los dueños de una Harley Davinson o un Ferrari. Uno de los más conocidos es el que celebra en Ohio todos los años.
Es prácticamente igual que el original con la “pequeña” particularidad de que puede viajar en el tiempo (condensador de fluzo mediante). Antes de que el coche fuera el vehículo elegido para viajar, Spielberg y Zemeckis valoraron varias ideas.
Como curiosidad que estuvo a punto de dejar fuera de la producción al coche, el primer borrador incluía un rayo láser como modelo para desplazarse en el tiempo, lo desechan y comienzan a pensar seriamente en la posibilidad de que una nevera en la carga de una furgoneta sea el método para los viajes. No sólo eso, se activaría vía detonación nuclear. Spielberg tuvo sentido común y al final acaba dando por mala la idea. La razón: el peligro potencial a que los niños se metieran en las neveras para viajar en el tiempo. El DeLorean tenía pista libre para “volar”.
El resto ya es historia. Tras el estreno en los cines de Back to the Future, el coche se convertía casi al instante en un referente universal de la cultura de masas. Un vehículo que se ha labrado su propia historia en paralelo a la trilogía. Resulta difícil encontrar sobre otro coche tantas y tantas referencias,merchandising o apariciones en la red.
Si hablamos del DeLorean y de Back to the Future no podemos acabar sin picar una serie de fotos durante la producción. Una selección de imágenes de los diferentes sets de rodaje para la trilogía con el referente de cuatro ruedas como protagonista. Por cierto, al igual que ocurría con otros clásicos de los 80 y debido a las “posibilidades” de la época, para muchas escenas se utilizaron maquetas.
1985, era la primera vez que salía en escena el DeLorean. El primer viaje en el tiempo y el comienzo de una trilogía que perduraría en el tiempo. Acabamos con ella, y con una frase mítica de Doc a Marty que resume perfectamente lo que tenían entre manos:
Si vas a construir una máquina del tiempo en un coche, ¿por qué no hacerlo con clase?