El propietario de este Audi TT parecía un buen amante de los coches, y es que cogió su coupé deportivo con el motor 3.2 V6 que antaño ofrecía Audi en la gama. Vamos, que parecía que a este personaje le gustaba su coche, con sus prestaciones, su refinamiento o su sonido.
Pero lo que el coche no sabía era que su dueño era tan despistado. Bueno, 130.000 kilómetros más que de despistado es de pasota, y así siguió el coche sin cambiar el aceite hasta que, irremediablemente y de forma completamente esperada, no tuvo más remedio que acabar en el taller.
Y ahí podéis ver las imágenes. Así queda un motor por dentro cuando nuestro cambio de aceite se alarga de esa manera. Todo el interior está poseído por una especie de chapapote, una cantidad ingente de aceite solidificadoque impide, como vemos en las instantáneas, trabajar de forma correcta por ejemplo a las válvulas.
No me quiero imaginar de qué forma funcionaba ese motor, cómo arrancaba, cómo giraba, cómo subía de vueltas o cómo se veía afectado el consumo. Un completo desastre. Tanto que la reparación casi es absurda por el daño causado y el dueño de este TT tendrá que sacar la cartera para pagar un motor nuevo. Probablemente el cambio de aceite más caro de la historia.
Que esto nos sirva de escuela, para aprender que todo elemento mecánico necesita su cuidado y mantenimiento. De hecho el cambio de aceite con su correspondiente filtro es una de las cosas más básicas que se le pueden hacer a un coche y, como se ha demostrado, una de las cosas más necesarias que necesita un motor.
Fuente – TDI Club